miércoles, 6 de junio de 2012









 MADRUGADA

Una vez más he querido escribirte una carta,
y una vez más he fracasado.
No es momento de indagar
qué fue de los lobos blancos de la pena,
adónde huyeron mis caballos, cuándo cesará
este infame goteo de búhos lujuriosos
y lápices enfermos.
Es momento de rasgarse la camisa del orgullo,
no a besos: a dentelladas.
Es momento de alzar los ojos
y arrojarse al estanque.
Es momento de bendecir la luz
y entrar en la cueva.
Para hacer habitable el amor,
es momento de enterrar las palabras.


(Poema perteneciente al libro "Hacia otra luz", Ayuntamiento de Calahorra, 2003)
(foto del autor)


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