¿El juego de la vida? Cuando encuentro las
fichas me desparece el tablero. Cuando encuentro el tablero me desaparecen las
fichas. Cuando por fin reúno tablero y fichas, caigo en la cuenta de que no sé
las normas. Cuando averiguo las normas descubro que el reloj no ha dejado de
contar y que mi tiempo se ha acabado. Y de repente, caigo en la cuenta… ¡Ahí
está la gracia! El juego de la vida no se llega a jugar nunca. No es un juego
como los otros. No se trata de ver quién llega a la meta, se trata de ver quién
consigue ponerse a tiempo en posición de salida.
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